quiero vivir de alquileres

Soñé que leía un libro en el que el autor, un escritor cubano, contaba que su hermano que era albañil tenía la habilidad de golpear el cortafierro de una forma tan especial que no hacía ruido, y así no despertaba a la gente que dormía hasta tarde. Y en el mismo momento en que leía esto venía mi padre y me contaba que tenía un hermano que era albañil y que tenía la habilidad de golpear el cortafierro de una forma tan especial que no hacía ruido. Yo le decía que acababa de leer eso en el libro que tenía en mis manos, y cuando trataba de encontrar el pasaje me daba cuenta que en las manos tenía una rama de un árbol, que nunca había tenido el libro, sin embargo intentaba buscar ese fragmento en las hojas de la rama. Una y otra vez.

Revisando el triángulo de cartón con calendarios vi ese 20 en rojo y me acordé que algo significaba. Y es que de niño tenía memorizadas muy pocas cosas fuera de las escolares, tres números de telefono: el 251870,el 252506, el 222222, unas siete u ocho fechas de cumpleaños y el día que había muerto mi abuela. Ese 20 es una de esas cosas que tenía memorizadas de niño.

Ahora me acuerdo que de chico recortaba la lista de teléfonos de emergencia que salía en la gaceta y la pegaba al lado del teléfono, ese era mi aporte a la familia, pensaba que algún día le iba a salvar la vida a alguien....Defensa civil... eso era si había terremoto.

Si, es muy común que me olvide los cumpleaños, no sólo porque en general no sé en que día estoy sino también porque siempre dudo entre dos fechas, ¿el 8 o el 20 de agosto? ¿el 24 o 27 de setiembre, ¿el 25 de mayo o de junio? ...

BUENO.....FELIZ CUMPLEAÑOS FRAN

8:20 am . mensaje: “estamos en el Carlos V (hotel) 3er piso en la capacitación"

Contesto desde la cama: “qué capacit.?nadie me dijo nada. nunca me entero de estas cosas”

8:35 am. Mensaje : “pasaron dos circulares. Es en el 3er piso”

Envío mensaje a otra persona: “de qué es la capacit?. Estoy a tiempo de ir todavía?”

8:40 am. Mensaje: “si venite, recién empezó”

Me levanto rápidamente y me tomo un remis, "al Carlos V".

Llego al hotel y pregunto al recepcionista donde es la capacitación. 3er piso.

Subo. Cuando entro al salón una compañera se me acerca y me da un cuadernillo y un cartelito para prender de la camisa, dice “Hernán” escrito prolijamente con letra de mujer.
En el salón hay tres mesas redondas con cuatro o cinco personas cada una. Saludo con un gesto a algunos. Con la mano al que envió el segundo mensaje. Me siento en la mesa de la derecha al lado de una compañera de unos 45 años.
El taller se llama: “Taller para la Formación de Equipos de Alto Rendimiento”.
Lo dicta un psicólogo que no conozco de unos 35 años y habla moviendo las manos tratando de insistir en las pocas ideas que tira. Tiene preparadas unas diapositivas con frases sueltas y algunas clasificaciones, "claves para la convivencia y el trabajo en equipo".

Entre mis compañeros no suelo expresar el rechazo que me causan estos talleres y todo lo relacionado con el marketing, las teorías de trabajo en equipo, los talleres de sensibilización, etc. Hoy tampoco lo hago.

El psicólogo tiene el pelo corto y es delgado. Durante la primera hora hace referencia tres veces a comer sano, a ir al gimnasio, a cuidarse con las grasas.

A las 11:00 de la mañana hace una pausa y finalmente puedo desayunar. Me voy solo al Mc Donals de la esquina y vuelvo a las 11:30. El taller continúa hasta las 13:30. Se hace la pausa para almorzar y después continuar. No hablo en toda la mañana.

Nos vamos todos a comer a un restaurant en la esquina. Gaseosas diet, ensaladas, verduras; el taller tiene que ver. Yo pido pizza y cerveza antes de saber de la onda light del almuerzo. Gasto lo que gano en un día. Las mujeres hablan entre ellas, comentan sobre el taller, les gusta. Yo estoy sentado al lado del psicólogo que no entra muy bien en la mesa y está en una esquina un poco incómodo. Los dos callados. Después de un largo silencio me mira y me dice:

- El viernes mi hermano amasó unas pizzas. Muy buenas.

- Chau.
- Chau nos estamos viendo.
- Bueno, hablame ¿no?...para tocar…
- Dale.
Me metí en el auto y al ratito me di cuenta que no tenía el frente del estereo, me lo había dejado adentro de la casa de Atilio. Volví.
- Hola, ¿está Atilio?
- Si. ¿Que pasa?
- Me olvidé el frente.
- Si, pasá.

Ya adentro:
- Che y no te querés quedar a comer?, yo voy a cocinar algo – me dice Atilio.
- Yyy, no sé… ¿Lo llamo a jopi?
- Meta.
- Y la busco a Angie…
- Meta.

Con Jopi y Angie y Atilio:
- Bueno ya está. – dice Atilio
- Mmmmm. – dice Angie.
- ¿Y que es?
- ¡Comé!- dice Atilio (en realidad por alguna extraña causa Atilio estaba mucho menos enérgico de lo que parece en este diálogo, pero en general dice: “¡Comé!” o “¡comé papá!”)
- ¡Que rico!.- dicen Angie y Jopi.

Comimos una especie de tortilla de arroz, huevo, fiambre, queso y cebolla. Después Atilio hizo sanguches tostados y yo calenté unas papas fritas que le habían sobrado al hermano y a la novia. También comimos unos maíces gigantes fritos y salados traídos de España.

Cuando ya terminábamos Atilio nos ofreció Té pero sólo yo acepté. Al rato apareció con siete tazas enormes de tes (éramos cuatro) y Jopi y yo nos empezamos a reír a las carcajadas hasta que Atilio explicó:
- Quiero que hagamos un experimento: huelan y prueben y adivinen.
Atilio había hecho siete tes diferentes, les había sacado la etiquetita a los saquitos y las había pegado debajo de la taza para que no se viera que té era cada uno. La degustación empezó:
- Este es té ahumado.- dije yo, apenas olí uno.
- Este té es exquisito.- dijo Jopi agarrando otro.
- Mmm, este es mi té preferido.- dijo Angie oliendo uno y quedándoselo.
Pedí oler el de Angie y me pareció ahumado también, pero no dije nada. Agarré otro y también le sentí olor a té ahumado. Desconfié de mi nariz.
- Este té es exquisito!- repitió Jopi.- siempre con el mismo té.
A mi me pasaron otro. Observé:
-Este es té con jazmín.
- Es el mismo de recién - me dijo Angie. – el que decías que era té ahumado.
Jopi seguía con su té: - ¡¡este té es exquisito!!.
Algunas tazas pasaban de mano en mano, de nariz en nariz.
Angie se quedó tomando té y yo empecé a espiar las etiquetas. Atilio agarró un pote de miel y le puso un montón al suyo que parecía de manzanilla, decía que se quería tranquilizar.

Finalmente empezamos a ver las etiquetas para saber que era cada té.
No había ningún té ahumado.
El té de Jopi era mate cocido Taragüí.

La palabra AUDAZ viene del vocablo indoeuropeo "auda" que significa "el que no le teme al sonido de los misiles", lo que no se entiende es como podría significar eso si en la época de los indoeurpeos no había misiles, se peleaban a los piedrazos nomás.
Audaz B toca este sábado 5 en la intersección de las calles Santa Fé y Catamarca, de nuestra capital, el lugar se llama "Anko", también del indoeuropeo.

Creo que este es Audaz B