martes, marzo 27, 2007
Por quién doblan las campanas
Ahora que estoy fresquito les cuento la historia de las gitanas que quería contarles desde la última vez que estaba fresquito pero fui interrumpido por un muchacho peinado al revés.
Mientras camino de regreso a mi casa por una platabanda céntrica, veo un grupo de gitanas a un par de metros.
- Le leo el futuro, el pasado, el provenir y lo que vino. Le traigo el dinero, el amor y el trabajo.-, la gitana me lo dice caminando en diagonal hacia mi. Y yo, inspirado por el placer de haber salido temprano de trabajar y con todo el día por delante (como todos los días), me acerco.
- ¿Cuánto sale?-
- No-le-sale-nada. Venga para aquí que no moleste.-
Me lleva contra la pared de una obra en construcción y me agarra la mano. La suya es roja y la mía verde.
- Usted sufre por un gran amor no correspondido. Sufre mucho. No duerme. Tendrá mucho dinero, mucho trabajo. Tiene novias. ¡Déjelas!, las novias le quitan el dinero. ¿Trae dinero?¿cuánto trae?¡diga diga!, no desconfíe.
-Eehh, tengo 20.- sacando un billete del bolsillo de adelante.
- ¡Tiene más!,¡cuánto tiene! Tiene más. ¡diga, diga!
- A ver...- sacando la billetera saco 5 pesos más y ella logra ver que tengo 30 pesos dobladitos a un costado.
- Tengo 5 más.
- Tiene más. No es suyo, ¿de quién es?
- Sí, de un amigo, tengo que devolverle.- En ese momento me doy cuenta que ya nada va a funcionar, le acabo de mentir a la gitana, y sobre dinero.
Me agarra los veinticinco pesos, los hace un bollito y otra gitana – en el momento que había sacado la billetera se había acercado tres gitanas más- le hecha varios chorros de agua con un gotero mientras la otra los refriega, a lo que yo un poco más asustado tengo que quejarme, pero no me sale como queja sino como lamento:
-No me moje el dinero...-
-Tranquilo, tranquilo. A las 3 de la tarde de pasado mañana sople tres veces y diga: “...”
No entendía nada de lo que decía, además estaba muy preocupado por los billetes mojados que refregaba contra su mano mientras las otras decían conjuros mientras me encerraban cada vez más.
Me sentía realmente mal, me quería ir sin el dinero pero no me animaba, me sentía muy tonto.
Por suerte en ese momento levanto al vista y veo una de esas policías nuevas que tienen esas gorras con la bandera de llegada que estaba a unos cuatro metros observando la situación. Alivio.
Ahí nomás le demando a la agente:
- ¡No me quiere devolver el dinero...!- seguía con el tono de lamento.
- Devuélvale!.- le dice de forma seria, seca; mientas mira hacia los costados controlando la situación.
La gitana me devuelve el dinero pero separo los 5 pesos y le doy.
- Tenga-, le digo.
Agachando la cabeza me doy vuelta, cruzo de vereda y sigo caminando rápido mientras la gente que camina cerca mío me observa. En la primera esquina doblo a la izquierda y en la siguiente a la derecha, alejándome del camino a mi casa por cuatro cuadras.
Cuando siento que ya ninguna de las personas que caminan junto a mi me vio en la platabanda, retomo el camino a mi casa consultando en los carteles, fijándome los nombres y números de las calles para no caminar hacia donde deben andar las gitanas.
Mientras camino de regreso a mi casa por una platabanda céntrica, veo un grupo de gitanas a un par de metros.
- Le leo el futuro, el pasado, el provenir y lo que vino. Le traigo el dinero, el amor y el trabajo.-, la gitana me lo dice caminando en diagonal hacia mi. Y yo, inspirado por el placer de haber salido temprano de trabajar y con todo el día por delante (como todos los días), me acerco.
- ¿Cuánto sale?-
- No-le-sale-nada. Venga para aquí que no moleste.-
Me lleva contra la pared de una obra en construcción y me agarra la mano. La suya es roja y la mía verde.
- Usted sufre por un gran amor no correspondido. Sufre mucho. No duerme. Tendrá mucho dinero, mucho trabajo. Tiene novias. ¡Déjelas!, las novias le quitan el dinero. ¿Trae dinero?¿cuánto trae?¡diga diga!, no desconfíe.
-Eehh, tengo 20.- sacando un billete del bolsillo de adelante.
- ¡Tiene más!,¡cuánto tiene! Tiene más. ¡diga, diga!
- A ver...- sacando la billetera saco 5 pesos más y ella logra ver que tengo 30 pesos dobladitos a un costado.
- Tengo 5 más.
- Tiene más. No es suyo, ¿de quién es?
- Sí, de un amigo, tengo que devolverle.- En ese momento me doy cuenta que ya nada va a funcionar, le acabo de mentir a la gitana, y sobre dinero.
Me agarra los veinticinco pesos, los hace un bollito y otra gitana – en el momento que había sacado la billetera se había acercado tres gitanas más- le hecha varios chorros de agua con un gotero mientras la otra los refriega, a lo que yo un poco más asustado tengo que quejarme, pero no me sale como queja sino como lamento:
-No me moje el dinero...-
-Tranquilo, tranquilo. A las 3 de la tarde de pasado mañana sople tres veces y diga: “...”
No entendía nada de lo que decía, además estaba muy preocupado por los billetes mojados que refregaba contra su mano mientras las otras decían conjuros mientras me encerraban cada vez más.
Me sentía realmente mal, me quería ir sin el dinero pero no me animaba, me sentía muy tonto.
Por suerte en ese momento levanto al vista y veo una de esas policías nuevas que tienen esas gorras con la bandera de llegada que estaba a unos cuatro metros observando la situación. Alivio.
Ahí nomás le demando a la agente:
- ¡No me quiere devolver el dinero...!- seguía con el tono de lamento.
- Devuélvale!.- le dice de forma seria, seca; mientas mira hacia los costados controlando la situación.
La gitana me devuelve el dinero pero separo los 5 pesos y le doy.
- Tenga-, le digo.
Agachando la cabeza me doy vuelta, cruzo de vereda y sigo caminando rápido mientras la gente que camina cerca mío me observa. En la primera esquina doblo a la izquierda y en la siguiente a la derecha, alejándome del camino a mi casa por cuatro cuadras.
Cuando siento que ya ninguna de las personas que caminan junto a mi me vio en la platabanda, retomo el camino a mi casa consultando en los carteles, fijándome los nombres y números de las calles para no caminar hacia donde deben andar las gitanas.
Etiquetas: 2001
Comments:
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ahhhh, me paso lo mismo!!!! Nomas que yo tenia 100 en el bolsillo...por supuesto me mojaron uno de 10 que ya les habia dado y le termine dejando tres pesos y un cigarro (no te pidiero un cigarro primero?)
me dijeron que las gitanas se roban bebés, que hacen pis de paradas y que casi nunca se bañan.
Pero claro, siempre les tuve miedo como para confirmar si lo que decían era cierto.
Pero claro, siempre les tuve miedo como para confirmar si lo que decían era cierto.
no hay con qué darle. Las minorías cumplen a rajatabla con lo que el mismo estereotipo les reclama.
los gays son reputos,
los judíos son extremadamente cuidadosos con el dinero,
las gitanas te engañan
y los hinchas de racing nacimos para sufrir
los gays son reputos,
los judíos son extremadamente cuidadosos con el dinero,
las gitanas te engañan
y los hinchas de racing nacimos para sufrir
(lo de los gays lo digo con simpatía. Podría haber puesto "a los gays les encanta el pingo". Es decir, que lo que quería expresar era una obviedad.¿Tautología?)
no, no escondas la mano, lo que decis es que los gays se comportan como putos. Pero eso es por comodidad, si uno es empleado publico pero se comporta como un estresado ejecutivo de empresa multinacional la va a ir mal, y si no le va mal se va a sentir incomodo. Igual a revés (un ejecutivo que actua como empleado publico). El tema es hasta que punto es necesario, parecer lo que se es, y hasta que punto es cansador una cosa (perecer) o la otra (no parecerlo).
En definitiva: hay sillones que de tan cómodos te dormís y te levantas con dolor de cuello.
En definitiva: hay sillones que de tan cómodos te dormís y te levantas con dolor de cuello.
Decir que los gays son putos es una tautología. Lo que no quería que se pensara es que yo quería decir que todos los gays son afeminados o locas.
"No es necesario que el príncipe posea todas las cualidades, lo importante es que parezca tenerlas. Incluso me atrevería a decir que si las posee y las manifiesta pueden acarrearle desgracias, pero si sólo finge tenerlas entonces le servirán grandemente. El príncipe debe esforzarse en adquirir fama de benigno, de clemente, de compasivo, de religioso y justo y si verdaderamente posee todas estas cualidades debe ser siempre dueño de ellas para usarlas contrariamente cuando sea preciso"
Maquiavelo.
Maquiavelo.
Entre la diplomacia y el humor judeobritánico de unos, y la tierna timidez en las definiciones de otros, voy a caer yo también en un tautología: ESTE BLOG SE DEJA LEER.
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