viernes, noviembre 24, 2006
Enseñanza
HAY QUE SER ASÍ NOMÁS.
Comments:
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Uy perdón, se me escapó. yo soy así, exagerada y vos como sos? (la pregunta es para todos los comentadores de este blog)
ja, que pingo! vos sos viborín.
de ahora en adelante los comments deben llevar la palabra "pingo".
así por fin tendría un blog de verdad
de ahora en adelante los comments deben llevar la palabra "pingo".
así por fin tendría un blog de verdad
marianoandres: se dice el pecado no el pecador. De todas maneras vaya a saber si sigo enamorada mañana.
no quise escribir un haiku.
técnicamente tampoco son.
me embola la gente que se siente oriental al escribir haikus.
para sentirse oriental hay que comer perros.
técnicamente tampoco son.
me embola la gente que se siente oriental al escribir haikus.
para sentirse oriental hay que comer perros.
La comida oriental es una cosa horrible, verdad?? tiene cosas que nuestros occidentales paladares no soportarían??
yo me pregunto
yo me pregunto
cuando fui a buenos aires una vez cenamos en la casa de mi amiga coreana ceci K; todos sentados como orientales en una mesa oriental. Pedimos comida china (no coreana) Todo me parecía muy sabroso, lo metía en distintas salsas y quedé llenísimo.
pero unas horas después comenzó a picarme el cuerpo. Pasé toda la noche despierto rascándome en la oscuridad sintiéndo como el cuerpo (sobre todo la espalda y los brazos) se me llenaban de unas ronchas espantosas. Nunca me había pasado algo así.
Dormí un par de horas y me levanté un poco mejor. Fui al aeropuerto y por suerte apenas me picaban los brazos. Detrás mío viajaba alvaro galindo y un hooker tucumano que venían de jugar un test match para Los Pumas. Una chica (que pasaba los treinta) le hacía el tiro a alvaro.
Cuando llegué a mi casa dormí un poco la siesta y cuando me levanté las ronchas habían regresado.
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pero unas horas después comenzó a picarme el cuerpo. Pasé toda la noche despierto rascándome en la oscuridad sintiéndo como el cuerpo (sobre todo la espalda y los brazos) se me llenaban de unas ronchas espantosas. Nunca me había pasado algo así.
Dormí un par de horas y me levanté un poco mejor. Fui al aeropuerto y por suerte apenas me picaban los brazos. Detrás mío viajaba alvaro galindo y un hooker tucumano que venían de jugar un test match para Los Pumas. Una chica (que pasaba los treinta) le hacía el tiro a alvaro.
Cuando llegué a mi casa dormí un poco la siesta y cuando me levanté las ronchas habían regresado.
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