jueves, mayo 11, 2006
Viejos filicidas
Mi primera pelota de fútbol era de una goma gruesa blanca y con los parches pentagonales pintados en negro. Tenía un olor exquisito, patearla era hermoso también. Nunca más volví a sentir ese olor, pero me lo acuerdo como si fuera ayer.
Quiero sentir ese olor, quiero la pelota, la quiero hoy, quiero mi infancia de vuelta, la quiero ya.
Esa infancia que se llevo cualquier viejo con aliento a café.
Cualquiera, cualquier viejo es el culpable.
Quiero sentir ese olor, quiero la pelota, la quiero hoy, quiero mi infancia de vuelta, la quiero ya.
Esa infancia que se llevo cualquier viejo con aliento a café.
Cualquiera, cualquier viejo es el culpable.
Comments:
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Y que me decís del olor a plastilina en el jardín... La infancia es increible: por más traumas y sufrimientos, la infancia lo puede con todo. Es eso mismo: las mariposas de papel crêpe en la pared del grado.
el olor de las sandalias de xuxa era unico, claro que yo no las tenia por pobre y le andaba olfateando los pies a otras niñas
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