martes, abril 18, 2006

 

Dos Cositas

Cuando era chico las zapatillas eran bastante como ahora, asi con agujeritos y cordones. Las que más me gustaban eran las Toppers, las comunes, eran tan reforzadas..., con esa puntera....tan fuertes....Pero los Lucio tenían unas zapatillas que me gustaban más, con abrojos, muy simples: dos tiras de abrojos y chau.

Leyendo un chiste de Liniers del tatuaje mas chiquito del mundo me acordé que una vez en segundo año del secundario Diego Lucio me amagó a clavarme un lápiz de mina en la cara y yo puse la mano. Un pedacito muy minúsculo de mina se me clavó en la palma y nunca me lo pude sacar.
Siempre lo voy a llevar a Diego conmigo.

Comments:
Hernan este relato de Diego Lucio me trae recuerdos, yo tambien tengo un pequeño tatuaje de Diego en el braso. Esto paso en 5 grado en la primaria era compañero de banco y en medio de la clase me clavo el portaminas en el brazo sin decirme nada y como yo estaba distraido no lo sentí hasta que lo vi clavado muy profundo y empeso a salir un hilito de sangre, me lo pude sacar pero la mina quedo adentro por muchos años, ahora solo tengo la marca nose que paso con la mina de lapiz, quizas esta dentro de mi organismo dando vueltas. "Gracias Diego"
 
Fer, siempre vamos a tener esas extrañas cosas en común, como esa vez en primer grado que los dos llegábamos tarde a la fila y nos pusimos atrás del todo con los altos. Y teníamos estatura media.
 
Que fuerte lo de este muchacho Diego. Fernandito y Hernán: Diego Lucio era un especie de Che Guevara al que le faltaba focos y maquillaje para ser un Rambo (¿se acuerdan como fantaseaba con esa boludez?). De grande lo ví, con barba muy a Guevara. Claro que ¿Se podrá ser el niño terrible con tan bajita estatura? No sólo vos Fernando llevás a Diego Lucio adentro, todos llevamos a Diego Lucio, perdón, a un niño adentro. Y terrible.
 
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